DIARIO DE UNA GUERRERA DE LA LUZ.

UN MARTES ESPERANZADOR

Aunque el fin de semana no prometía un buen comienzo de semana tengo que reconocer que el martes llega a su final y no puedo hacer un mal balance. Había pasado la semana proyectando la idea de que me iba a pasar el sabado y domingo pintando y para mi sorpresa y desconcierto el sabado me levanté dispuesta a hacerlo pero me encontré con un estado de animo que no puedo decir que fuese deprimido pero sí un poco extraño. Estaba cansada porque la semana habia sido dura pero no fue el cansancio lo que me impidio coger los pinceles sino una mezcla de confusión y apatia que me llevó a pasar la tarde del sabado tumbada en el sofá viendo la tele. Me repetía sin cesar que tenía derecho al descanso pero esa parte mía que continuamente me recuerda todo lo que puede hacer no me dajaba tranquila. Es verdad que el dolor se hacía sentir en casi todo mi cuerpo pero no era eso lo que me obligaba a estar sin hacer nada sino un desasosiego e indecisión que rechazaba toda clase de actividad que mi mente impertinente e inquieta ofertaba. Toni estaba de guardia, David estaba en Málaga con María y Sabrina se había quedado en Granada, así que estuve sola, bueno no completamente ya que mi Sombra estuvo todo el tiempo acurrucada conmigo, y a las once y media estaba acostada y medio dormida. Al despertar el domingo creí que estaría fresca y lozana despues de tanto descanso. No fue así. Estaba llena de contracturas y dolorida. Entonces fui yo ya conscientemente quien me obligo a tomarmelo con calma y nisiquiera intenté buscar algo con que entretenerme. Me repetí un monton de veces que nada ni nadie me obligaba a hacer nada y me pase el domingo tumbada viendo Haida y una peli de la tele. Buenoalgo si que hice... conseguí vencer la apatía de estos meses frente al ordenador y conseguie escribir de nuevo en el blog. El lunes me levanté temprano y sumergida de lleno en el trabajo he conseguido llegar a la tarde del martes completamente feliz. Voy comprendiendo que tengo que alternar trabajo con descanso, que lo verdaderamente importante es hacer aquello que me apetece en cada momento sin pensar en si es lo que esperan los demás o no. A mi ahora lo que sinceramente me apetece es levantarme cada mañana, arreglarme, irme al Ayuntamiento y hacer mi trabajo lo mejor posible. Eso es lo que elegí y no es poco. No importa si no tengo energía para más . No pasa nada si para ello paso el resto del día descansando. Con ello no renuncio a nada de lo que se quede atrás, sino simplemente significa que elijo dejarlo a un lado. Esta noche me siento satisfecha, he pasado la tarde durmiendo y despues he ido a ver a mi madre. Me emociona que mis amigas blogeras no se hayan olvidado de mi. ¿puedo pedir más?. Tal vez si, tal vez no, por hacerlo que no quede... pero desde luego lo que no quiero que se olvide es dar las gracias por todo lo que tengo, por este martes 4 de noviembre. Ahora me voy a dormir y ojalá mañana amanezca igual que hoy.