lunes, 5 de mayo de 2008

ECHANDO EL FRENO


Hoy es de nuevo lunes, comienza una semana precedida por un fin de semana estupendo. Hemos estado en la playa y me he recargado de energía. El mar tiene ese efecto sobre mí, siempre me anima y me recarga las pilas. Hoy, igual que el lunes pasado, salí de casa llena de entusiasmo decidida a hacer de este día que la mayoría de la gente afronta con desgana y pesar por tener que volver al trabajo, un día único y estupendo. A la mitad del camino me resbalé y caí al suelo. Aunque el porrazo fué imponente los resultados solo fueron una rodilla herida, algunos moratones repartidos a lo largo de todo el cuerpo ¡ y unas medias preciosas rotas!. Me lo tomé con guasa y filosofía, simplemente caí en la cuenta de que el incidente fue un aviso para que frenase un poco. Reconocí que iba demasiado aprisa y el resto de la semana he tratado de descansar más y no ir tan lanzada. y ¿que creeis que me ha ocurrido esta mañana? No, no me he vuelto a caer, ¡menos mal!, llevo unas alpartatas de estas de cuña y esparto atadas con unas cintas a la pierna y a mitad de camino del Ayuntamiento se me ha despegado la suela, ¡me he visto celeste para llegar!, bueno, desde luego no habría tenido ningun problema en quedarme descalza y continuar pero no ha sido necesario. De nuevo me he preguntado si este incidente queria decirme algo y para mi la respuesta es clara: he de ir con más calma, andar hacia adelante pero con sosiego, disfrutando cada paso, saboreando cada momento, parándome si es preciso, para oir el canto de los pájaros que revolotean por encima de los tejados, respirando el aire fresco y perfumado que recorre las calles aún vacias...

8 comentarios:

Cristina dijo...

Pues si querida, porque el camino que hay de casa al trabajo hay que saborearlo como a un buen helado.

Besos.

P.D. : No he podido evitar sonreir imaginandote con la alpargata, jajaja

Emma Ll. dijo...

Creo que el mensaje está claro. Y qué afortunada eres porque sabes leer esos mensajes. La mayor parte del tiempo, ni nos enteramos de que el universo entero nos habla...
Feliz semana.

Monik dijo...

Ir con prisas no te permite disfrutar de los pequeños placeres de la vida..y no me refiero a canapés ni pastelitos ;P, sino a la sonrisa de un niño, a una flor en el camino, a la brisa en la cara, a una mirada, al perfume del azahar, al sol recién salido en la mañana...tantos y tantos pequeños placeres que pueden llenar tu vida de enormes y placenteros momentos...

Ve más despacio y observa tu alrededor cuando camines...

Abuela Ciber dijo...

Muy bueno lo expuesto, el ser sensible ve las señales.Admiro tu sabiduría.
Cariños-

Carla. dijo...

Dicen que la vida siempre nos habla pero que no sabemos escuchar. Para mi es como si siempre anduviéramos en una especie de versión de la película "el sexto sentido", que cuando las cosas ya pasaron, decimos "hay, pero como no me di cuenta...". Así que felicidades por saber escuchar.
Besos!

angela dijo...

A veces las cosas nos pasan demasiado seguidas y lo de la alpargata creo que no te lo merecías después de la caida anterior... pero tú, te has dado cuenta de que todo tiene su sitio... y su tiempo. Espero que tus renegrones hayan desaparecido. Un abrazo.Angela

Franziska dijo...

Espero que te repongas pronto del golpe. La forma en que una persona afronta las pequeñas dificultades, dice mucho de su buen sentido y, si además, no te importa el qué dirán, pues asunto concluído. Te sentiste igual que una reina. No había por qué preocuparse por unas zapatillas cuando tienes en casa otro calzado...

Un abrazo.

Аmanecer dijo...

Que tan importante es prestarle atenciòn a esas señales que el universo y la vida nos envìan.
y poder descifrarlas, y hacerles caso.

Deseando te repuperes pronto de tus golpes y heridas.