jueves, 29 de noviembre de 2007

CARTA A MIS COMPAÑEROS INVISIBLES: LA FIBROMIALGIA Y EL SINDROME DE FATIGA CRONICA

“Queridos compañeros invisibles, os escribo estas cuatro letras para daros las gracias por estar ahí, por todo lo que habeis hecho por mí, ya que yo siempre he renegado de vosotros, me he revuelto, nunca os he aceptado y jamás he facilitado vuestra tarea. Sé que siempre habeis querido ayudarme, que vuestra intención ha sido buena, aunque yo no lo entendiera así y me sintiera jodida, porque eso sí, yo me he sentido, y a veces aún me siento, MUY JODIDA… por tener que soportar un dolor que la mayoría de las veces no se puede ni describir, por tener que vivir tan cansada, por tener que soportar que los demás no entiendan unos síntomas que ni yo misma entiendo; por tener que hacer trabajar a mi voluntad horas extras para poder llevar a cabo tareas que otras personas hacen sin esfuerzo, por tener que renunciar a tanto en mi camino, por haberme visto obligada a renunciar a mis sueños, sueños que creía que eran mi vida: por haber tenido que ir aceptando mis limitaciones, mis muchas limitaciones, por haber tenido que admitir que nunca seré la supermujer que de niña me forjé ser; por no poder ser la esposa perfecta, ni la madre perfecta, ni el ama de casa perfecta, ni la trabajadora perfecta, ni la mejor hija, ni tampoco la mejor hermana. En fin, me he sentido jodida por no haber podido llegar a ser quien creía que tenía que ser. Menos mal que, gracias a vosotros que me impedisteis serlo, un día me dije: bueno, ¿y que pasa si no es así, si no soy perfecta?, y es que, mientras yo me hundía en la desesperación por no haber cumplido con las expectativas que el mundo me impuso, observaba que la vida seguía, ajena a mi frustración y a mi dolor; el sol seguía brillando con la misma fuerza, los pájaros seguían cantando las mismas dulces canciones, el viento seguía acariciándome con su brisa cuando salía a la calle y entonces yo me pregunté: ¿será que yo no le importo al mundo, que mi frustración no le interesa? Y fue en aquél momento cuando me di cuenta de que yo no era el centro del mundo. Ahora, aún me siento fastidiada, confusa, ya que no es nada fácil asumir que no podrás llegar a ser quien una vez te imaginaste, quien creíste que tenías que ser; sobre todo porque entonces te encuentras con una pregunta muy difícil de contestar:¿Quién soy yo?, y a esto no te puede contestar nadie, solo una misma encontrará la respuesta. En medio de todo esto, un día reparé en que no estaba sola, que estábiaishí y tal vez para ayudarme, solo que aun no podía comprender cómo. Menos mal que quise averiguarlo.

Al principio me sentí más perdida que antes porque no sabía donde buscar, pero un buen día me sorprendí mirando dentro mi mí y allí las preguntas y las respuestas se iban sucediendo. La mayoría de las veces cuesta dar este paso, en mi caso, vosotros habéis estado toda mi vida empujándome para que lo hiciera sin haceros caso y lamento haber tardado tanto en hacerlo. A vosotros, mis eternas compañeros, mis amigos fibromialgia y SFC, os debo el haberme parado a mirarme por dentro, a lanzarme a conocerme a mi misma, a comprender mis limitaciones; porque vosotros, al empujarme a buscar la cura para mi enfermedad, me habéis ayudado a comprender que aunque tal vez sea ya imposible curar mi cuerpo de la enfermedad, sí que es posible sanar mi vida. Por ello espero y deseo tener paciencia con los dos y os prometo no pelear tanto. Al fin he comprendido que quizás si me hago amiga vuestra me ayudéis, sin tener que machacarme más, a hacerme cada vez más sabia y conocedora de mi misma.

jdiana

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aqui estoy amiga extendiendo mis brazos.....para que el calor de mi corazon transmita lo mucho que te quiero