
Anoche tuve un sueño.
Soñé que dentro de mi ser
habitaba una paloma
grande y muy hermosa.
Ella no se veía feliz.
Yo me sentía incomoda.
Tímidamente le pregunté:
Paloma dime quien eres.
Soy tu alma acongojada.
Soy pura e inocente
pero me tienes encarcelada.
Mis alas se atrofiaron,
mi cuerpo siento inerte.
Clamaba por su libertad.
Sus gritos me atormentaban.
¿Cómo dejar que saliese?
Su parto me iba a desgarrar.
Le tenía miedo al dolor.
A perderme. A quedar vacía.
A no poder tenerle más.
Temía la soledad.
Sería duro dejarla ir.
Me costaba la decisión.
Miré y observé mi cuerpo.
Ví que no era mas que un disfraz.
Una funda, un mero vehículo
del alma hacia la libertad.
Pero este cuerpo no era yo.
Entonces la duda se disipó.
Rápido se esfumó el miedo,
dando paso a un tímido valor.
En un duro acto de amor,
por mí misma y por mi alma,
acto sencillo y abrumador,
dejo que me rompa el vientre
extienda sus grandes alas
y vuele alto hacia el sol.
Anoche tuve un sueño,
que hoy me parece realidad.
Soñé que yo era paloma
que libre cruzaba el cielo
gozando de la eternidad.
J.DIANA
1 comentario:
Tu eres paloma, eres vuelo... precioso poema y fantástica pintura.
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