lunes, 17 de diciembre de 2007

SE ACERCA LA NAVIDAD


Los escaparates de las tiendas se engalanan, las calles resplandecen con la multitud de pequeñas bombillitas de colores que cuelgan de una fachada a otra y por doquier te encuentras bonitos adornos multicolores que nos recuerdan que faltan días para la Navidad. Los supermercados están a rebosar y la gente se afana por llenar los carros de comida y regalos. Todo tiene un tinte de fiesta y celebración. Todo tiene un tinte especial. El típico anuncio del turrón que vuelve a casa por navidad nos recuerda que son días para estar en familia, para celebrar con los seres queridos. En enero, la euforia habrá pasado, la alegría se habrá gastado y muchos se encontraran que la cuesta de enero pesa más de la cuenta. Nos daremos cuenta de que nos hemos dejado arrastrar, un año más, por la euforia del consumismo. Habremos pasado ratos buenos y quizás otros no tan buenos acordándonos de los que nos faltaban.

Cuando salgo a la calle de noche, envuelta entre todo el encanto recreado por las luces, no puedo evitar acordarme de aquellas navidades de mi infancia, cuando aún no habíamos olvidado el verdadero espíritu de la navidad, cuando la celebración no era comer los manjares mas caros ni gastar más de lo que nuestros bolsillos nos lo permitían, ni gastar en alumbrar pueblos enteros gastando una energía que no podemos recuperar. La celebración era entonces estar toda la familia juntos, cantando villancicos acompañados de una pandereta alrededor de una mesa camilla con brasero de picón donde el único lujo era un plato con unos cuantos mantecados y una peladillas y una copitas servidas de una botella de Anís el Mono. Celebrábamos el nacimiento del niño Jesús y lo que esto representaba: la esperanza y el amor.


jdiana


4 comentarios:

Angeles y Flores dijo...

Yo tambien añoro esas navidades, en las que solo pensaba en reunirme con mis seres queridos y la pandereta y..., pero faltan tantos seres queridos ya, que todo esa casi ha perdido su encanto. Un bonito escrito malagueña.

Luciano Gil dijo...

¡Hay tantos tipos de alimento! Como dijo un gran Maestro: "no sólo de pan vive el hombre", y parece que ese alimento del espíritu, de los afectos y los sentimientos queda en segundo plano. Yo también recuerdo cuando era pequeño y eramos tan felices con casi nada... tenía un tío en Barcelona que siempre nos mandaba una caja con comida, y para los pequeños era como si nos hubieran regalado el mas precioso juguete. Apreciábamos las cosas y había unión entre la familia. En suma, ahora podemos ser los que por tener esa vivencia demos de nuevo el testimonio de cómo debe ser para que a los mas jóvenes les llegue un poquito de lo que se está perdiendo. Besos.

Anónimo dijo...

Buenas noches, quisiera darte la bienvenida a tu nueva "casa rosada" y que te sientas cómoda e ella. También te agradezco tu participación y la buena opinión que te merece el blog.
Poco a poco iré familarizándome con el tuyo, de todas formas siempre que encuentro blogs solidarios o comprometidos con valores sociales y que ayuden a abrirla mente o despierten conciencias, me interesan. En mi blog modestamente también intento cambiar el chip a tantas personas que todavía siguen pensando que la homosexualidad es una aberración, un pecado, un vicio, etc. y ya no te cuento si encima comento temas tabús o muestro imágenes con dos mujeres amándose.... De modo que si te has decidido a cruzar esa "línea roja" estoy segura de que no eres una ñoña conservadora o una mujer con prejuicios y me alegro de que así sea.
Seguiremos charlando en tra ocasión.
Te deseo unas Felices Fiestas rodeada de tus seres queridos.
Un beso.

nara dijo...

pasé a desearte felices fiestas, gracias por la visita me pasaréa tu jardin con más tiempo.

un saludo.