viernes, 30 de noviembre de 2007

CONVERSACION CON MI NIÑA INTERIOR


“Cuando el guerrero decide enfrentarte a sus fantasmas sabe que tiene un largo camino por delante en el que le espera mucho trabajo, pero no le importa y lo asume con entusiasmo, alentado por esa llama que se enciende dentro de él cada vez que emprende una batalla nueva. Gastada la euforia del comienzo la realidad se hace más cruda y el cansancio deja su huella; entonces, la confusión y el desconcierto intentan ganar terreno. El buen guerrero nunca se rinde, podrá librar batallas en muchos frentes y unas ganará y muchas perderá, pero la “guerra” continúa. Una victoria le da fuerzas para soportar cien fracasos. A lo largo del camino va comprobando que el amor que va creciendo le hace fuerte, cada vez más fuerte. Un buen día, en un recodo del sendero descubre esa energía, esa sensación, esa fuerza.... le llena, le rebasa, le reconforta, le hace sabio, le hace comprender, le hace tolerar, le hace vibrar, la siente danzar dentro de él, le canta, le mece, le abraza, le hace brillar… “

Yo hoy me siento como ese guerrero: fuerte y valerosa, pero también algo cansada. Tengo ganas de seguir mi camino en busca de victorias, pero antes necesito hacer un alto en mi camino. Al hacerlo, en un recodo, he reparado en esa niña triste, abatida, pisoteada, anulada, abandonada.... esa niña que hay dentro de mi, y con el amor que me embarga la he mirado, le he extendido mi mano y le he dicho:

“Ven, siéntate a mi lado, no sufras más, no temas; ya no estarás más sola ¡Te amo tanto!. Tenemos mucho de que hablar, yo te contaré y tú me escucharás, tú me contarás y yo te escucharé. Juntas andaremos el camino, no importará que sea largo y duro; no importará que alguna vez nos perdamos, porque cogidas de la mano encontraremos otra vez el buen sendero. No importará que nos coja la noche, haga frío y no tengamos donde refugiarnos porque las dos abrazadas nos reconfortaremos hasta que venga el día. Juntas lloraremos, juntas reiremos, juntas nos equivocaremos, juntas aprenderemos de nuestros errores, juntas amaremos. Juntas disfrutaremos del sabor dulce y amargo de la vida; juntas las dos, tendremos el coraje y el amor que hace falta para andar el camino sin mirar atrás. Así que ya sabes mi niña: no llores más, que tú y yo cogidas de la mano caminaremos una eternidad. Quiero decirte tantas cosas que se me agolpan las palabras. Hemos estado calladas tantos días, tantos años, tanto... que no se por donde comenzar. Te miro a los ojos, esos ojos de mirada fija y penetrante, implorante y suplicante, y no se como he podido estar tanto tiempo sin darme cuenta, sin reparar en ti. ¡Te he tenido tan olvidada por tanto tiempo! Ahora sé que tú no has estado escondida, has estado mirándome y reclamándome desde el rostro de mi hijo, desde el de mi hija, desde el de mi padre, de mi madre, de mis amigas, desde la gente que me rodea... he sido yo quien te arrinconé, te dañé, te ofendí, te metí en el cajón del olvido y luego te eché encima mis miedos, mis dudas, mis incertidumbres, mis desesperanzas, mis quejas, mis críticas, mi sentido de culpabilidad, mi desconfianza, mi rencor, mi rabia, y debajo de todo, tú aún me reclamabas a través de los ojos de todos, y utilizabas sus brazos para extenderlos hacia mí y suplicarme que te sacara de allí. Me decías que necesitabas mi amor, mi aprecio, mis cuidados, mi reconocimiento, mi apoyo, y querías decirme que tu, a pesar de todo, me amabas más que a nada, tal como yo era., que te tenía para apoyarme y darme ánimo; que no me culpabas de nada, que no tenía que hacer nada especial para merecerte, que lo único que necesitabas era que te reconociera y te dejara estar a mi lado. He estado ciega, no te veía, no te reconocía en ellos. Hasta este momento nunca hasta ahora pensé que cuando mi hijo me reclamaba llorando eras tú, mi niña interior, quien me llamaba y me decías que estabas ahí. Ahora ya no nos separaremos más, iremos juntas, cogidas de la mano. Juntas recorreremos este camino, largo y quizás todavía difícil.. Tú ya no estás sola, yo tampoco. Así, enlazadas de la mano; al igual que en el cuento de navidad, nos trasladaremos primero al pasado. Haremos un recorrido por estos años ya vividos, tratando de unir los recuerdos para hilar nuestras vidas, tratando de comprenderme mejor para aceptarme a mi misma y llegar a concederme el perdón que tu me pides y así poder comprender, aceptar y perdonar a los demás. Requisito imprescindible para conseguir la paz interior que anhelo. Recorreremos, esta vez sin dejarte atrás, mi infancia y mi adolescencia y me acompañarás hasta la madurez, y una vez regresemos de nuestro viaje por el pasado, lo olvidaremos y no nos volveremos a recrear en él. Miraremos hacia delante, siempre presentes en el aquí y el ahora, y junto a ti viviré toda mi vida, porque ¡eso si! NUNCA MAS DEJARE DE SER LA NIÑA QUE DESEO SER.”

ROSAS PARA AURORA


Sé que te gustan las rosas rojas, así que este ramo es para ti. La belleza de cada uno de estos capullos solo es comparable a la amistad que nos ha unido, por ese motivo quiero dedicarte cada uno de ellos. Uno por escucharme aunque tus oídos estén cansados; otro por consolarme, aunque tú no tengas consuelo; otro por acompañarme, aunque tú estés sola; otro por darme aliento, aunque tú estés agotada, otro por dedicarme tu tiempo, por tenerme paciencia… el más bonito por brindarme tu amistad, otros son para que te cuenten la felicidad que me produce saber que estás ahí, y los que quedan para que te aporten paz y sosiego, para hacerte feliz.

jdiana

jueves, 29 de noviembre de 2007

ENCRUCIJADA DE CAMINOS


ODA A LA MUJER: LA GRAN REPRESENTACION

Existe una leyenda,

no se sabe desde cuando

ni quien se la invento,

que cuenta que la mujer,

es la madre. es la esposa,

es la hija. es la ama de casa,

es la abuela. es la criada…………

Y cuenta la leyenda también

que si no es nada de eso

no se es de verdad mujer.

Quizás por eso desde siempre

ese ser tan poderoso

se afano con tanto ahínco

en hacer bien este papel.

Y fue esposa,

y fue madre,

y fue hija,

y fue abuela. y fue ama de casa,

y trabajo fuera también.

Y entre tanto ser

y tanto representar

se olvido de la verdad:

Ser mujer no es nada de eso,

no es ocupar bien sus puestos,

es algo mucho mas sencillo.

ser mujer es ser tu misma

y nada mas, pero nada menos.

J.DIANA

CARTA A MIS COMPAÑEROS INVISIBLES: LA FIBROMIALGIA Y EL SINDROME DE FATIGA CRONICA

“Queridos compañeros invisibles, os escribo estas cuatro letras para daros las gracias por estar ahí, por todo lo que habeis hecho por mí, ya que yo siempre he renegado de vosotros, me he revuelto, nunca os he aceptado y jamás he facilitado vuestra tarea. Sé que siempre habeis querido ayudarme, que vuestra intención ha sido buena, aunque yo no lo entendiera así y me sintiera jodida, porque eso sí, yo me he sentido, y a veces aún me siento, MUY JODIDA… por tener que soportar un dolor que la mayoría de las veces no se puede ni describir, por tener que vivir tan cansada, por tener que soportar que los demás no entiendan unos síntomas que ni yo misma entiendo; por tener que hacer trabajar a mi voluntad horas extras para poder llevar a cabo tareas que otras personas hacen sin esfuerzo, por tener que renunciar a tanto en mi camino, por haberme visto obligada a renunciar a mis sueños, sueños que creía que eran mi vida: por haber tenido que ir aceptando mis limitaciones, mis muchas limitaciones, por haber tenido que admitir que nunca seré la supermujer que de niña me forjé ser; por no poder ser la esposa perfecta, ni la madre perfecta, ni el ama de casa perfecta, ni la trabajadora perfecta, ni la mejor hija, ni tampoco la mejor hermana. En fin, me he sentido jodida por no haber podido llegar a ser quien creía que tenía que ser. Menos mal que, gracias a vosotros que me impedisteis serlo, un día me dije: bueno, ¿y que pasa si no es así, si no soy perfecta?, y es que, mientras yo me hundía en la desesperación por no haber cumplido con las expectativas que el mundo me impuso, observaba que la vida seguía, ajena a mi frustración y a mi dolor; el sol seguía brillando con la misma fuerza, los pájaros seguían cantando las mismas dulces canciones, el viento seguía acariciándome con su brisa cuando salía a la calle y entonces yo me pregunté: ¿será que yo no le importo al mundo, que mi frustración no le interesa? Y fue en aquél momento cuando me di cuenta de que yo no era el centro del mundo. Ahora, aún me siento fastidiada, confusa, ya que no es nada fácil asumir que no podrás llegar a ser quien una vez te imaginaste, quien creíste que tenías que ser; sobre todo porque entonces te encuentras con una pregunta muy difícil de contestar:¿Quién soy yo?, y a esto no te puede contestar nadie, solo una misma encontrará la respuesta. En medio de todo esto, un día reparé en que no estaba sola, que estábiaishí y tal vez para ayudarme, solo que aun no podía comprender cómo. Menos mal que quise averiguarlo.

Al principio me sentí más perdida que antes porque no sabía donde buscar, pero un buen día me sorprendí mirando dentro mi mí y allí las preguntas y las respuestas se iban sucediendo. La mayoría de las veces cuesta dar este paso, en mi caso, vosotros habéis estado toda mi vida empujándome para que lo hiciera sin haceros caso y lamento haber tardado tanto en hacerlo. A vosotros, mis eternas compañeros, mis amigos fibromialgia y SFC, os debo el haberme parado a mirarme por dentro, a lanzarme a conocerme a mi misma, a comprender mis limitaciones; porque vosotros, al empujarme a buscar la cura para mi enfermedad, me habéis ayudado a comprender que aunque tal vez sea ya imposible curar mi cuerpo de la enfermedad, sí que es posible sanar mi vida. Por ello espero y deseo tener paciencia con los dos y os prometo no pelear tanto. Al fin he comprendido que quizás si me hago amiga vuestra me ayudéis, sin tener que machacarme más, a hacerme cada vez más sabia y conocedora de mi misma.

jdiana

lunes, 26 de noviembre de 2007

SEGUNDA OPORTUNIDAD EN LA VIDA


Un guerrero de la luz siempre tiene una segunda oportunidad en la vida.

Como todos los demás hombre y mujeres, él no nació sabiendo manejar su espada, y cometió muchas equivocaciones antes de descubrir su Leyenda Personal.

Ningún guerrero puede sentarse en torno a la hoguera y decir a los otros: “Siempre actué correctamente.” Quien afirma esto está mintiendo, y aún no aprendió a conocerse a sí mismo. El verdadero guerrero de la luz ya cometió injusticias en el pasado.

Pero en el transcurso de la jornada, percibe que las personas con quienes actuó injustamente siempre se vuelven a cruzar en su camino.

Es su oportunidad de corregir el mal que les causó. Y él siempre la utiliza, sin vacilar.

(Manuel del guerrero de la luz, de Paulo Coehlo)

domingo, 25 de noviembre de 2007

CANTO A LA MUERTE DE MI PADRE



¡Quisiera decirte tanto!

y sin embargo no atino.

Se me agolpan las palabras,

siento; pero no escribo.

Sí, siento llorar mi alma

porque te añoro y no te veo;

y siento brotar la rabia,

tantos días contenida

por saber que te perdía;

y el deseo de abrazarte,

y de decirte te quiero;

y de hablarte;

y de mirarte;

y de cogerte las manos.

Y siento……un gran vacío.

Siento pena por tu falta

y siento rabia por tu suerte,

siento añoranza de tu risa

que se la ha llevado la muerte.

Siento….. ¡siento tanto!

que lo vuelco en estas líneas

y te dedico este canto.

Hace ya años que se fue, que tuve que afrontar la rabia de su pérdida. Hace años que está más cerca de mí de lo que nunca estuvo porque se instaló en mi corazón y aquí sigue guiando mi camino.

PLANTANDO SEMILLAS


No quiero tener que repetir al final de mis días aquella frase que dijo Jorge Luís Borges: "He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz".
Por ese motivo, cada día de mi existencia, plantaré en mi jardín las semillas de la felicidad, y así al final de cada jornada podré decir: he sido feliz y he compartido esa felicidad.

jdiana

LAS PLANTAS DE MI JARDIN - LA FELICIDAD-


Uno de los rasgos más trágicos que conozco de la humana naturaleza es que todos tendamos a postergar la existencia. Soñamos con alguna mágica rosaleda más allá del horizonte, en vez de disfrutar de las rosas que florecen ahora ante nuestras ventanas. (Dale Carnegie)

domingo, 18 de noviembre de 2007

LA ENERGIA UNIVERSAL


Son tiempos acelerados,

difíciles y apresurados;

tiempos de grandes cambios,

en los que cada nuevo día

se descubren nuevas tecnologías

que demandan cada vez

mayor gasto de energía.

Unas acercan más a los hombres

pero otras los separan.

Unas nos ayudan a crecer,

pero otras destruyen

a los seres vivos y a la tierra.

Alguien o algo, una mañana,

cuando caminaba ensimismada,

se acercó a mí sin ser visto

y me sopló suave al oído:

“¡Escucha!, no busques más,

está ahí desde siempre,

y también es universal,

es limpia y no contamina,

es la más fuerte que existe,

no tiene contraindicaciones,

se puede usar cuanto se quiera

pues no tiene limitaciones.

Es la mejor medicina,

es la más abundante,

está por todas partes,

no necesita ser almacenada,

no va a pilas ni enchufes

y tampoco nunca se acaba,

crecerá cuando la uses.

Aunque, es en realidad,

para algunos muy temible,

nunca daña al hombre.

Ataca al odio y al rencor,

aniquila al miedo

y acaba con el temor.

Eso sí, derriba fronteras

y aprisiona a la cobardía,

hace libre al hombre,

y derrite el desamor,

cura mente y cuerpo,

siendo el mejor antídoto

contra la depresión,

y te da fuerzas y valentía

para soportar el dolor.

Al alma esta energía

alimenta y engrandece.

Es muy fácil de usar

y esta siempre a tu alcance,

solo tienes que quererlo.

No se compra ni se vende,

ni se loga con el dinero,

solo AMATE y la tendrás,

te hará sabia y fuerte

y compartirla entonces podrás.

¿Cuál es? quise saber.

ES EL AMOR INCONDICIONAL

A TI MISMA Y A LOS DEMAS”

No se bien de quien fue

la voz que me contestó,

si fue ese ser invisible

o si fui quizás yo

fortalecida por el AMOR.

jdiana

viernes, 16 de noviembre de 2007

CUANDO SUPE QUE ERA DIANA


Era media noche, una noche tranquila, serena, yo, como tantas otras, dormía pero no descansaba; el dolor de mi cuerpo no dejaba que éste se relajara y disfrutase de los beneficios del sueño. De pronto me sobresalté, alguien susurró a mi oído un nombre, lo oí con claridad, con firmeza, me senté de golpe en la cama pero todo estaba oscuro, fuera no hacía viento y dentro de la habitación solo reinaba el silencio... encendí la luz y la habitación estaba vacía. Pensé que quizás todo había sido un sueño, así que apagué la luz y volví a arrebujarme dentro de las mantas, di vueltas y más vueltas, pero no conseguí volver a dormir. Estaba segura, alguien me había llamado… ¿a mi? ¿de donde sacaba eso? yo no me llamaba así… pero sin embargo tenía la certeza de que habían pronunciado mi nombre y mientras más lo pensaba más segura estaba. No es que me llamaran, no, ahora sabía que había sido como una afirmación. Fue más bien como una respuesta, como si yo hubiera preguntado y me hubieran respondido, en un susurro.

Llevaba tiempo pasando una gran crisis de salud y ésta me había llevado a plantearme muchas cosas en mi vida. Tuve que renunciar a gran parte de mi vida, a actividades, a sueños que una vez creí que eran mi destino, y ahora mi vida carecía casi de sentido. A menudo me preguntaba cual era la finalidad de ésta, mi misión, porque estaba convencida de que todos venimos a este mundo con una misión asignada y yo cada vez tenía menos idea de cual era la mía. Creo que en mi interior me pregunté tantas veces ¿Quién soy yo? Que al final mi alma, aprovechando la quietud de la noche, me deletreó suavemente al oído: DIANA.

Ahora sabía como se llamaba mi alma, mi verdadero yo, pero tendría que averiguar quien era Diana, es decir, quien era yo en realidad. Ni siquiera tuve que tomar la decisión, sencillamente comencé a firmar mis cuadros como JDiana. Hubo quien me preguntó extrañado el porqué y casi no supe que contestar, ¿Quién lo iba a entender? ¿lo entendía yo?.

Desde entonces he vagado buscando a Diana, he rememorado mi vida en un gran relato tratando de encontrarla, segura de que era aquella niña olvidada que una vez dejé en el camino, sin darme cuenta. El trabajo ha sido duro, como un largo parto que aún dura, pero, poco a poco, Diana ya está volando, despacio, pero vuela, y sueño cada noche con el momento en que se libere del todo y nos unamos por completo. Sueño con que ella me eleve alto en el cielo y volemos, volemos… para siempre, toda la eternidad…

Yo siempre había sido tímida e insegura de mi misma. Diana es atrevida valiente, segura, y me ha ayudado a perder el miedo a mostrarme, por eso comencé mi blog, por eso escribo, y por eso me he atrevido a enviar algunos de mis relatos al concurso de NH Hoteles. Cada vez me siento más libre, más Diana…

jdiana

jueves, 15 de noviembre de 2007

EL NACIMIENTO DE DIANA



Anoche tuve un sueño.

Soñé que dentro de mi ser

habitaba una paloma

grande y muy hermosa.

Ella no se veía feliz.

Yo me sentía incomoda.

Tímidamente le pregunté:

Paloma dime quien eres.

Soy tu alma acongojada.

Soy pura e inocente

pero me tienes encarcelada.

Mis alas se atrofiaron,

mi cuerpo siento inerte.

Clamaba por su libertad.

Sus gritos me atormentaban.

¿Cómo dejar que saliese?

Su parto me iba a desgarrar.

Le tenía miedo al dolor.

A perderme. A quedar vacía.

A no poder tenerle más.

Temía la soledad.

Sería duro dejarla ir.

Me costaba la decisión.

Miré y observé mi cuerpo.

Ví que no era mas que un disfraz.

Una funda, un mero vehículo

del alma hacia la libertad.

Pero este cuerpo no era yo.

Entonces la duda se disipó.

Rápido se esfumó el miedo,

dando paso a un tímido valor.

En un duro acto de amor,

por mí misma y por mi alma,

acto sencillo y abrumador,

dejo que me rompa el vientre

extienda sus grandes alas

y vuele alto hacia el sol.

Anoche tuve un sueño,

que hoy me parece realidad.

Soñé que yo era paloma

que libre cruzaba el cielo

gozando de la eternidad.

J.DIANA

miércoles, 14 de noviembre de 2007

CUENTO DE LOS DOS CAMPESINOS:



LA TORPEZA DE IGNORAR LOS TALENTOS DE NUESTRA TIERRA

Había una vez dos campesinos, Justo y Prospero, que vivían el uno al lado del otro. Ambos tenían una finca que contaba con un hermoso campo de tierra fértil, regada por un riachuelo de agua cristalina y pura que cruzaba por el centro de ambos campos. Como a los dos les gustaba cultivar flores, acudían juntos a ferias y certámenes y siempre volvían cargados de semillas de las más bellas y exóticas. Los dos organizaban fiestas a las que invitaban a los demás vecinos a saborear los ricos frutos de su huerta y contemplar sus hermosas mansiones de gran historia arquitectónica, heredadas de sus bisabuelos. Disfrutaban paseando con ellos por sus jardines y mostrándoles los bellos ejemplares botánicos que tenían. Con el tiempo la voz se corrió y cada vez era mayor el número de viajeros que acudían de los más remotos rincones del mundo a conocer aquellas fincas. Cuando los visitantes se marchaban siempre iban cargados de recuerdos agradables para ofrecerlos como presentes a sus parientes y amigos, así que acabaron instalando una tienda donde los interesados, por precios razonables, podían elegir y adquirir dichos presentes.

Con los años eran cada vez más los visitantes que, atraídos por la fama y hospitalidad de estas fincas, acudían a admirarlas.

En la época de siembra, los dos campesinos esparcían las semillas por sus campos y las sembraban. Cuidaban sus campos con cariño y esmero de manera que siempre estuviesen fértiles y preparados para conseguir la mejor cosecha de flores, conscientes de que en gran parte la fama de sus fincas se debía a sus jardines.

Justo sembraba todas las semillas que compraba fuera, pero se aseguraba de quedarse siempre con una buena cantidad de la propia, pues era consciente de que la semilla surgida y sembrada en su propia tierra se adaptaría mejor, y el sentía estas flores como más suyas. Con el tiempo se sintió muy orgulloso de contar con un jardín enorme donde florecía desde la más tímida y minúscula flor hasta el ejemplar más grande, hermoso y altanero. Justo Era consciente de que en un jardín, para que fuese armonioso tenía que combinar diversas y variadas especies de flores y de que a los ejemplares más simples y débiles, si se les proporcionaba una oportunidad y recibían los cuidados adecuados, quizás con el tiempo se hiciesen más fuertes y hermosos. Esto no impedía que cuando viajaba a las ferias siguiese comprando nuevas y variadas semillas que alternaba con las propias, y así su jardín se fue multiplicando en el infinito.

Con el tiempo se hizo muy rico y amplió muchísimo su finca.

Prospero por el contrario se limitaba a sembrar algunas de las semillas que compraba y alguna que otra propia, consiguiendo algunos ejemplares realmente magníficos, recibía a sus visitantes con todos los honores y les enseñaba sus pertenencias. Pero con el tiempo, el número de visitantes se fue reduciendo. Los que acudían lo hacían para admirar las bellas flores extraídas de las semillas importadas, pero las originales, las que se habían cultivado en sus tierras desde los tiempos de sus bisabuelos, fueron perdiendo fuerza y acabaron por extinguirse.

Ni la satisfacción y orgullo de Prospero tenían comparación con los de su vecino Justo que supo revalorizar sus propias semillas sin olvidarse de ninguna especie y sin descuidar las adquiridas fuera.

J.DIANA

lunes, 12 de noviembre de 2007

EL CAMINO DE LA ESPERANZA



Acompañada por el dolor

Recorro un duro sendero.

A ratos me siento sola,

me flaquea el aliento.

Mi cuerpo se resquebraja.

Mis alas se rompieron.

Mis sueños se interrumpieron.

Ya no puedo volar.

Tendré que caminar

aunque vaya más despacio.

Con mucho esfuerzo y tesón

Aprendí de nuevo a soñar.

Se que al final del camino

De nuevo amanecerá.

J.DIANA

sábado, 10 de noviembre de 2007

ME LLAMARON DESDE LEJOS




Ese domingo, como otros tantos, habíamos decidido ir a pasar el día en la playa. En realidad no teníamos la intención de estar todo el día quietos en un sitio. Pensábamos coger la carretera de la costa por Torre del Mar y parar por cualquier playita tranquila, dar un paseo, recoger algunas almejitas, algunas chinitas de las que a mi tanto me gustan, tumbarnos un rato cara al sol, en contacto con la arena, y cuando nos cansásemos buscar un chiringuito al borde del mar donde sirvieran una buena paella, un sabroso espeto y una jarra de cerveza fresca y espumosa. Hacía un día de junio estupendo para eso. El sol reinaba en lo alto y la brisa suave que corría no estaba de más. En fin, que habíamos planeado pasar un día más bien tranquilo y sosegado, de puro relax.

Salimos de casa con estos planes y cogimos la autovía en dirección a Málaga. La carretera estaba tranquila y pronto subimos la cuesta de las Pedrizas. Hemos hecho este camino tantas veces que creo que el coche se sabe el camino el solito. Pronto comenzó a verse en el horizonte la figura de ese toro negro que altanero nos señala que pasaremos por el pueblo de Casabermeja. Quince kilómetros más hasta Málaga y casi estaremos en nuestro destino.

Siempre que pasamos por Casabermeja me siento obligada a mirar hacía la derecha para contemplar ese cementerio tan peculiar, aunque nunca he estado en el pueblo de día. Recuerdo que hemos ido un par de veces con unos amigos a cenar pescaito, que además lo ponen muy bueno, en un restaurante que hay a las afueras. Es curioso, desde la carretera se ven los panteones de una forma que parece que los muertos estuvieran enterrados de pie, y creo que hay gente que así se lo cree.

Aquél día, conforme nos acercábamos, sentí una atracción mas fuerte de lo acostumbrado. Era como si se oyesen voces lejanas que cada vez se iban haciendo más reales. Me parecía que me llamaban desde lejos, pero no era posible. No había ni coches parados ni nada que justificara esa sensación. En un impulso casi le grité a Toni que se parase. El, alarmado casi se sale de la carretera y fue disminuyendo la velocidad hasta conseguir parar al borde de la misma. Ante su enojo traté de explicarle que no sabía lo que pasaba pero que teníamos que entrar al pueblo. Tenía que averiguar quien me llamaba. Estuvimos unos minutos discutiendo si estaba loca de remate y que se yo, pero al final pude convencerle y entramos.

La sorpresa fue genial. Nos encontramos con un espectáculo sorprendente. La circulación estaba cortada. Las calles bullían de gente vestida de fiesta. Ya a la entrada del mismo tuvimos que dejar el coche aparcado y seguir andando. Celebraban la procesión del Corpus Cristi. Mantones multicolores cubrían los balcones y cruzaban las calles como si de tendederos se tratase, plantas por doquier y una alfombra de pétalos de flores de todos los colores cubría el suelo por donde pasaba el sequito que llevaba las andas del Corpus Cristi que saliendo de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, situada en el centro del pueblo recorría las calles. El aroma de las flores mezclado con el incienso y la luz brillante del sol que calentaba me hizo creer que nos habíamos trasladado a un mundo irreal.

El paseo fue fascinante. Nunca hubiera imaginado que se podía disfrutar de algo así en un pueblo situado al margen de una carretera tantas veces transitada. Nunca había contemplado una procesión con ese estallido de colores. ¡Lastima que como siempre me había olvidado la cámara de fotos¡

Cuando terminó la procesión decidimos recorrer el resto del pueblo y como era la hora de comer disfrutamos de un exquisito plato de los montes en una venta que nos indicaron. Comimos como reyes y para echar abajo lo comido dimos un paseo y casi sin querer nos encontramos en la puerta del cementerio. Como estaba abierto decidimos entrar a comprobar como estaban los muertos enterrados y nos encontramos con un pequeño pueblecito de calles estrechas a cuyos lados se levantan originales panteones. túmulos y pináculos, construidos según la arquitectura popular, como si de casas encaladas se tratase, y adornadas con arriates de plantas, pinos y enredaderas. Realmente era impresionante. No creíamos que estábamos dentro de un cementerio. No en válde fue declarado en 1980 Monumento Historio-Artístico.

Tuvimos que salir, aunque a regañadientes, pues lo tenían que cerrar. Charlamos un ratito con el encargado y el nos estuvo hablando de este pueblo, situado al borde de una carretera, por el que tanta gente pasa de largo sin saber que si lo visitamos nos depara cosas tan bellas como la Ermita de San Sebastián, la iglesia de Nuestra del Socorro, la Torre Zambra, construcción árabe del siglo XIII, desde la cual si se visita en un día claro se puede divisar hasta el norte de Africa, o las pinturas rupestres de Cabrera, o la Fuente Reina o el pantano del Agujero.

Al caer la tarde, abandonamos Casabermeja, sin acordarnos siquiera de que íbamos a pasar el día en la playa, sin saber quien me había llamado desde la carretera, pero yo le prometí, sin que toni me escuchara, no fuera a decirme otra vez que estaba loca, que pronto volveríamos. Por nada del mundo me perdería su Feria o su Semana Santa o su día de San Sebastián, su querido patrón. Eso, si esta vez llevaría la cámara de fotos para no perderme detalle.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

EXPERIMENTANDO CON CERAS



Aquél día que maría Jesús me preguntó si me iba con ella a pintar al campo la idea me dio pereza, como siempre que me planteaba pintar en el exterior. Hay que acarrear caballete, óleos, pinceles… ¡un sinfín de bártulos! y todo para volver con el cuadro medio esbozado, la pintura fresca, las inevitables manchas de óleo…

No. Decididamente no me iría… pero ella me convenció, me dijo que pintaríamos con ceras, ella me enseñaría. Entonces pensé que era un nuevo reto, una experiencia que no me perdería. Quedamos para el día siguiente. Comeríamos pronto y saldríamos enseguida para aprovechar la luz de la tarde.

Al día siguiente nos fuimos al campo, ella me prestó un cartón, compartimos una caja de ceras Manley, y con un bote de aguarrás, servilletas de papel y una brocha disfruté pintando aquella tarde más que nunca en mi vida. Acostumbrada a otras técnicas, descubrí que con las ceras podía pintar con la rapidez de acrílico pero sin sacrificar brillos y conseguir la riqueza cromática del óleo sin el inconveniente que presenta éste al tener que esperar a que se seque la pintura para poder seguir pintando encima. Con las ceras puedes esbozar y crear volumen a un tiempo, y si no te gusta lo que sale, lo diluyes con unas gotas de aguarrás y papel y vuelta a empezar, y ¡quien sabe!, quizás con esta operación se cree algún efecto inesperado que resulte sorprendente. Es una técnica con la que puedes experimentar; con ella no te encuentras inhibiciones, puedes restregar, aclarar, e incluso borrar. Permite hacer lo que se te antoje, no hay criterios ni normas a seguir, es válido todo, desde difuminar con los pinceles o con el papel, incluso con las manos. Pintando sobre cartones resulta cómodo y barato, lo puedes arañar, dibujar, acariciar… en una palabra, te puedes entregar por completo a disfrutar pintando, permitiéndote incluso pelearte con los colores, y cuando acabas descubres que el resultado no lo habías ni siquiera imaginado.

Al final del día volví a casa con un bonito cuadro y la promesa de amor a las ceras que jamás después he traicionado.

J.DIANA

martes, 6 de noviembre de 2007

EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE AGOSTO



Como otras tantas noches de verano en la terraza de mi casa, recostada en la hamaca, entre los geranios y enredaderas, miraba al cielo estrellado en un intento de relajarme. El aroma de la dama de noche y los jazmines me adormecía y me trasportaba a mundos irreales. No recuerdo en que momento me dormí, si es que me dormí……..

El escenario había cambiado. Caminaba por un terreno escarpado. La luna de agosto lo iluminaba todo de una manera misteriosa. Estaba rodeada de formas de fantástico y singular aspecto. Por un momento me sentí atemorizada. Paseaba sola, perdida en un mundo al que no recordaba haber viajado. Quizás solo se trate de un sueño, pensé para tranquilizarme, y seguí hacia delante. A mi encuentro, en una variada sinfonía de grises y blancos, iban apareciendo seres monstruosos, torsos decapitados de animales de quimera, formas mórbidas que me recordaban a algo pero que el miedo no me dejaba reconocer. Alados corceles cargaban escuadrones de guerreros fieros y aguerridos que lanzaban sus armas al viento. Empujada por el miedo pero también por la curiosidad, seguía caminando entre la espectral iluminación de la noche, a veces con dificultad ya que el terrenos eras abrupto, hecho de rocas donde de vez en cuando me encontraba con una hiedra, y algún que otro arbusto. De repente me encontré sumergida en una arquitectura fantástica. Paseaba rodeada de templos orientales, que mas adelante eran catedrales góticas. Poco a poco sentía que el miedo me iba abandonando. Una suave sensación de familiaridad me iba invadiendo. Me pareció que me cruzaba con una pareja de enamorados tiernamente abrazados, él cristiano, ella mora, alejándose de la Peña, dejando atrás a sus perseguidores. El Infante don Fernando, montado en su caballo, me saludó, sonriente y feliz por su buen hacer en la defensa de la ciudad. Ahora caminaba por calles conocidas, entre gentes que iban y venían, gentes de todas las épocas que han vivido y amado a Antequera, pintores, arquitectos, orfebres y plateros, escritores y poetas que han dejado su huella indeleble en ella. Paseaba entre iglesias y conventos, ruidos de motores, los de las fabricas de textiles y curtidos cuyas ruinas aun recuerdan la época floreciente en que enriquecieron la ciudad. Dentro de un monumento megalítico alumbraba una hoguera, alrededor de la cual se calentaban seres prehistóricos. Me pareció oír un repiqueteo de tambores y una larga procesión pasó a mi lado, sin detenerse, era el Santo Entierro, silencioso y triste que ponía el punto final a una Semana Santa rica en cofradías. De repente la noche se iluminó. El cielo se llenó de tronantes colores que ponían el punto final a la Feria. Las gentes que pasaban a mi lado sonreían divertidas y felices. En el ambiente se mezclaba el olor de la pólvora de los fuegos artificiales con los aromas de la caña de algodón y las patatas fritas. Ese aroma me recordó otros, el de los jazmines de mi terraza, y de pronto las apariciones desaparecieron, me encontraba de nuevo en mi hamaca. Allí no había rocas con formas extrañas, solo macetas iluminadas con una luna clara y radiante.

Todo había sido un sueño, solo que aunque yo había despertado vivo en un sueño diario porque vivo en Antequera y desde aquí invito, a todo aquel que quiera compartirlo conmigo, a visitarla, recorrerla, conocer a sus gentes, y pasear por la Sierra del Torcal, donde el trabajo de millones de años de acumulación de materias calizas y margosas, además de la erosión de las aguas sobre las rocas han dado lugar a paisajes grandiosos y sorprendentes detalles morfológicos, y donde podrá contemplar formas conocidas como El Macetón, los Dos Iguales, el Arco, las Parrillas el Aguilucho, el Sombrero………..pero además, si le apetece podrá dejarse llevar por la imaginación y adentrarse en un mundo de ensueño donde la fantasía no tiene limites.